¿Por qué Sauce?

Quizás tengáis curiosidad por qué un sauce da nombre a nuestro hotel. Todo se remonta a los veranos, que en su infancia, mi madre disfrutaba en el caserío que tenían mis abuelos en Zegama (pequeño pueblo de Guipúzcoa, muy cerca de San Sebastián). Mi madre recuerda con cariño aquel hermoso sauce llorón de largas hojas perennes verdes y amarillas y largas ramas caídas, que ocupaba un lugar importante en el jardín de ese caserío. Mi madre me contaba que ese era su árbol favorito.
Recuerdo que otro nombre que se barajó en su día fue el de Hotel Altamira, el nombre del caserío, pero hubo que descartarlo porque ya estaba registrado para otro hotel en el País Vasco. Otros nombres en los que se pensó fueron, Hotel El Camino u Hotel Costa en honor a Joaquín Costa. Pero Sauce fue una acertada decisión final.
Algo muy gracioso, que no fue nada premeditado, es que Sauce, como muchos sabréis, tanto en inglés como en francés, se traduce como “salsa”. Así que muchos te comentan con humor, que el nombre del hotel es muy divertido. Así que sin quererlo, nuestro nombre nos distingue, nos hace peculiares y llama la atención entre nuestros muchos huéspedes extranjeros.
También os contaré que cuando abrimos el hotel, todos los cuadros de las habitaciones, eran de nuestro amigo el pintor Alberto Labad. Su pintura es muy colorista y dibuja paisajes y personajes de figuras muy geométricas. Pues bien, por el gran aprecio que nos tiene a la familia, dedicó a mi madre un gran cuadro que decora la pared del salón del hotel: una niña asomada a una ventana que contempla un pequeñito sauce. Mi madre tiene un gran cariño a este cuadro, y es curioso, es la única representación de un sauce que hay en el hotel.